Hoy en la madrugada murió el poeta chileno Gonzalo Rojas (Lebu, 1917- Santiago 2011). Gracias a sus poemas llegó a ser condecorado con el Premio Cervantes en el 2003, entre otras distinciones que ganó. Si bien no toda su producción es de mi agrado, creo que ha escrito grandes poesías, versos que difícilmente se logren igualar.
Por suerte, gran parte de su obra, entrevistas, artículos, videos y biografía se encuentra en Internet gracias a los esfuerzos de la Universidad de Chile.
Dejo una de las poesías que más me gusta de él:
Numinoso
1
Al mundo lo nombramos en un ejercicio de diamante,
uva a uva de su racimo, lo besamos
soplando el número del origen,
no hay azar
sino navegación y número, carácter
y número, red en el abismo de las cosas
y número.
2
Vamos sonámbulos
en el oficio ciego, cautelosos y silenciosos, no brilla
el orgullo en estas cuerdas, no cantamos, no
somos augures de nada, no abrimos
las vísceras de las aves para decir la suerte de nadie, necio
sería que lloráramos.
en el oficio ciego, cautelosos y silenciosos, no brilla
el orgullo en estas cuerdas, no cantamos, no
somos augures de nada, no abrimos
las vísceras de las aves para decir la suerte de nadie, necio
sería que lloráramos.
3
Míseros los errantes, eso son nuestras sílabas: tiempo, no
encanto, no repetición
por la repetición, que gira y gira
sobre
sus espejos; no
la elegancia de la niebla, no el suicidio:
tiempo,
paciencia de estrella, tiempo y más tiempo.
No
somos de aquí pero lo somos:
Aire y Tiempo
dicen santo, santo, santo.
encanto, no repetición
por la repetición, que gira y gira
sobre
sus espejos; no
la elegancia de la niebla, no el suicidio:
tiempo,
paciencia de estrella, tiempo y más tiempo.
No
somos de aquí pero lo somos:
Aire y Tiempo
dicen santo, santo, santo.
De Oscuro, 1977.